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Se trata de un tipo de arena realizada a base de minerales, de la que podemos encontrar de tipo aglomerante o de tipo absorbente. Esta última, está compuesta por sepiolita, un mineral natural muy poroso, lo que la convierte en una arena de alta capacidad de absorción.

Arena mineral absorbente para gatos

La arena absorbente para gatos se considera la madre de los tipos de arena, pues en 1947 fue la que sustituyó el hasta entonces empleado relleno de arena, convirtiéndola en la primera arena para gatos moderna. La arena mineral está hecha de arcilla y destaca por la buena absorción de los líquidos. Eso sí, la orina se queda en el arenero, solo las heces pueden extraerse. Por ello es necesario cambiarla con frecuencia. Otro problema al emplear esta arena es que el gato, al escarbar en ella, levanta polvo. Este polvo puede acarrear problemas respiratorios en algunos gatos sensibles. Al comprarla presta atención a que el producto no tenga mucho polvo.

Arena mineral aglomerante para gatos

 La clásica arena aglomerante para gatos también está hecha de minerales. Se emplea bentonita, que hace que la arena se aglutine cuando entra en contacto con líquidos. De esta manera se puede sacar la orina del gato con una pala. El arenero huele menos porque los granos de arena aún limpios se separan de los sucios. Hay diferentes texturas de arena aglomerante, por ejemplo, con diversos tamaños de granos, carbón o aromas. La arena puede usarse durante más tiempo hasta que sea necesario cambiarla por completo. Sin embargo, también levanta polvo que puede provocar problemas respiratorios en gatos sensibles. A la hora de comprar este producto, procura elegir uno que produzca poco polvo.